Limpia el pulpo y congélalo durante 48 horas para ablandarlo.
Descongélalo y ponlo en una olla grande con agua hirviendo y la hoja de laurel. Asusta al pulpo sumergiéndolo tres veces antes de dejarlo cocer.
Cocina durante 30-40 minutos o hasta que esté tierno.
Cuece las patatas, peladas y cortadas en rodajas, en la misma agua donde cociste el pulpo.
Sirve las rodajas de patata en un plato, coloca encima el pulpo cortado en trozos y espolvorea con pimentón dulce, picante, sal gruesa y un buen chorro de aceite de oliva virgen extra.