Isabel II y el 8 de septiembre
Articulo de Opinión
Hace un mes que disfrutábamos de unas Fiestas 2022 muy marcadas por excesiva normalidad que vivimos. Y que se mantenga así siempre, después de un par de años que nos encogieron el corazón, donde vimos marchar a amigos y familiares, donde cumplimos las indicaciones de organismos y miramos a la Virgen de lejos, limitados por una pandemia con la que no contábamos.
Volvió la Plaza de D. Pedro Roca, del que estos días también conocimos más su historia, a ser punto de unión y encuentro, a estar repleta con las orquestas hasta la madrugada. Volvió a resonar la percusión de Sambarrubia y a iluminar el cielo la pólvora de Vulcano. Todo volvió casi a ser prácticamente como antes.
Los caprichos del calendario y porque no del azar, o de la historia, nos dejaron también unas fiestas donde el día 8, ese gran día para Torrubia, el mundo conocía la muerte de la Reina Isabel II. Para monárquicos o no, la soberana es historia por ser la reina más longeva del Reino Unido. No todos los días se va alguien que logró estar al frente durante más de 70 años.
Lo que si está claro es que el hecho de la muerte de la Reina se produjese en esos días donde nuestra vida está más en la calle y menos delante de la tele o de la radio o de los medios digitales, da una percepción algo más lejana de lo que sucedió porque nos centramos en lo que para nosotros es importante y en esos días son las fiestas. Lo que nos llegó fue más bien en forma de “píldora”, pequeñas informaciones que aparecieron en redes sociales o al encender la tele entre la Procesión y los Fuegos Artificiales. Sea como fuere, la historia de la soberana más longeva se paró en el 8 de septiembre.
