Luisa Sigea: una intelectual renacentista nacida en Tarancón
Luisa Sigea, una figura del Renacimiento, nació en Tarancón, cuando era un antiguo reino de Toledo, alrededor de 1522. Aunque algunos estudiosos situaban su nacimiento en torno a 1530, las pruebas de la biografía de su padre, Diego Sigeo o Sigeu. La vida de Luisa Sigea es un testimonio inspirador de cómo desafió las limitaciones impuestas a las mujeres en su época para convertirse en una de las mentes más brillantes de su generación.
Diego Sigeo, el padre de Luisa, tenía raíces francesas (Sygée) y estudió con destacados maestros humanistas en Alcalá a principios del siglo XVI. Se estableció en Toledo como preceptor al servicio de María Pacheco, la esposa del comunero Juan de Padilla. En febrero de 1522, junto con María Pacheco y otros criados, huyó de España a Portugal, donde continuó sirviendo a la familia real portuguesa. Luisa y su hermana Ángela se beneficiaron enormemente de la educación de su padre, que fue diseñada para proporcionarles ventajas en la vida cortesana.
La educación que recibieron las hermanas Sigea se centró en la música y las lenguas clásicas. Ambas se destacaron como músicas virtuosas, especialmente Ángela. En cuanto a las lenguas clásicas, ambas dominaban el latín y el griego, pero Luisa sobresalía en este campo, ampliando sus conocimientos constantemente. También estudió lenguas modernas como el portugués, el francés y el italiano. La reputación de Luisa como erudita se extendió rápidamente, y en 1540 envió una carta en latín al Papa Pablo III a través de un intermediario llamado Britonius. En 1542, fue llamada al servicio de la Corte portuguesa como «moça de câmara» de la reina Catarina.
Durante su servicio en la corte portuguesa, Luisa se convirtió en maestra de latín de la Infanta María de Portugal. Esta etapa cortesana fue la más fructífera de su vida, ya que gozaba de un alto aprecio y disfrutaba de ciertos privilegios. Además de sus habilidades en latín, destacaba por tocar la lira y cantar en la corte, así como por sus poemas en griego y latín. Durante este tiempo, estableció conexiones con eruditos, poetas y figuras poderosas que enriquecieron su vida.
En 1552, Luisa Sigea se casó con Francisco de Cuevas, un burgalés que había servido como criado de Juana I de Castilla. A raíz de su matrimonio, recibió un pago sustancial y dejó la Corte portuguesa. Regresó a España y se estableció en Burgos, donde continuó buscando oportunidades en la Corte. Aunque su esposo, Francisco, se benefició de su posición y recibió una pensión vitalicia, Luisa luchó por encontrar empleo en la Corte española. Sus esfuerzos epistolares para obtener nuevos puestos fueron intensos y dirigidos a personas influyentes, incluyendo al propio rey Felipe II.
Trágicamente, en 1560, Luisa Sigea falleció en Burgos. A menudo se ha afirmado que murió en la pobreza y de melancolía, pero estas afirmaciones son cuestionables. Su esposo, Francisco Cuevas, continuó ascendiendo económicamente después de su muerte y pudo dotar a su única hija, Juana, con una considerable suma de dinero.
Luisa Sigea fue una excepción en su época. A diferencia de la mayoría de las mujeres del Renacimiento, no solo recibió una educación excepcional, sino que también encontró una manera de monetizar sus conocimientos en la esfera cortesana. Además, creó obras literarias notables que sobreviven hasta hoy. Aunque su vida no estuvo exenta de desafíos y luchas, su legado como intelectual y erudita ha perdurado a lo largo de los siglos.
Obras
Syntra Aloisiae Sygeae Toletanae aliaque eiusdem, ac nonnullorum praeterea doctorum virorum ad eandem epigrammata: quibus accessit Pauli III P. M. epistola de singulari eius doctrina, ac ingenij praestantia. Tumulus eiusdem ab Andrea Resendio, &
Claudio Monsello concinnatus, Parisiis, Dionysij a Prato, 1566, 4.º, 8 hs. (Londres, The British Library, 11408.f.42) (ed. y estudio de P. Allut, Aloysia Sygea et Nicolas Chorier, Lyon, N. Scheuring, 1862
trad. de M. Menéndez Pelayo, Estudios poéticos, Madrid, Imprenta Central a cargo de V. Saiz, 1878, págs. 95-101
luego reproducida en M. Serrano y Sanz, Apuntes para una biblioteca de escritoras españolas desde el año 1401 al 1833, t. II, Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1905, págs. 405-407)
Duarum virginum colloquium de vita aulica et privata, Manuscrito, s. XVI, 1552, 4.º, 125 h., datado en Lisboa, 1552
Toledo, Biblioteca Provincial, Signatura Borbón-Lorenzana, n.º 335 (ed. de M. Serrano y Sanz, op. cit., t. II, págs. 419-471
ed., estudio y trad. al francés de O. Sauvage, Dialogue de deux jeunes filles sur la vie de cour et la vie retraite (1552), París, Presses Universitaires de France, 1970).
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