Moras y Cristianas: la lucha por la imagen de S. Blas
Intenso fin de semana en Torrubia en la celebración del patrón San Blas. Unas fiestas, estas de 2020, marcadas sin duda por la representación de las Moras y Cristianas que tras tres años de espera volvían de nuevo a protagonizar la procesión del Santo en la jornada del sábado.
Gran expectación en los días previos a esta tradicional Representación. Los medios comarcales y también provinciales se hacían eco en las vísperas de la preparación del evento entrevistando a las protagonistas y a su Director Miguel Díaz.
Y es que las Cristianas y Moras junto con los diablos desfilaron en el primer acto del sábado bajo los sones de la Banda Cristo del Amor de Tarancón. Al acto acudían el Alcalde de Torrubia D. Pedro Romeral junto con los Concejales y la Delegada de Igualdad de la Junta de Castilla la Mancha.
Después entraban las Moras y Cristianas en la Iglesia donde escoltaban al Santo Patrón durante la Eucaristía. Los diablos, algo más traviesos como siempre, se dedicaban a otros menesteres menos atentos a la celebración religiosa.
Tras la Misa las tropas cristianas (Eloísa, Noelia, Valle y María) y el diablo (Javi) montaban a lomo de sus animales para comenzar la Procesión. La talla de San Blas salía por la puerta del Sol y la general Cristiana le daba la bienvenida.
Las manos de cristianas subían al cielo para encomendarse al Santo al final del primer acto.
La tropa cristiana se encomienda a S. Blas
El cortejo se detenía minutos después al cruce de la calle Trafalgar con la carretera de Almendros donde la Alí (Ana) detenía el avance de la procesión.
Entraban después la General Mora (Rebeca) y su tropa (Isabel y Marta) junto con el diablo moro (José). Comenzaba la batalla dialéctica por la imagen y los diablos nos daban a conocer a las actrices de una manera peculiar. Aparecía el Ángel (Julia) que hacía huir a las Moras momentáneamente.
Siguiendo la procesión en la plaza de D. Pedro Roca las tropas moras volvían a salir al paso y a luchar por la imagen. Otro punto álgido de la batalla donde ambos bandos empuñan espadas y donde las Cristianas se hacen de nuevo con la imagen tras la ayuda del Ángel.
La calle Ramón y Cajal era escenario de la rendición de la General Mora quien tras la visita del Ángel pedía bautismo. Con ella se rendían también parte de su tropa exceptuando el Alí y el diablo Moro que escapaban.
A la altura de la parada de autobus tenía lugar penúltimo de los actos de la representación. La Mora Alí pedía batalla al Ángel, pero era derrotada por junto con el diablo. Ambos pedían bautismo.
Ante la Batalla ganada la General Cristiana recita la Súplica a San Blas. Un monólogo que cuenta la vida del Santo en verso y que finaliza con un Viva al Patrón.