Que nunca perdamos las ganas de aprender
Por Mª Luz Domínguez
La Tribuna de Ciudad Real recogía hace unos días la historia de Francisca Martín de Lucía. Esta señora que nació en Miguelturra (Ciudad Real) hace 94 años, es una de las alumnas del Centro de Adultos Antonio Gala de la localidad. Allí acude para aprender a leer y a escribir.
El silencio del otoño torrubiano lo rompía un sábado de octubre los ritmos de los instrumentos de percusión entiendo que de los ensayos de la Batucada Sambarrubia. Al terminar un niño bajaba por la calle Cara de Dios comentando, contento, a los adultos que lo acompañaban los ritmos que había aprendido.
La diferencia de edad de ambos aprendices seguramente ronda más de los 80 años pero los dos regresan tras sus clases ilusionados porque tienen ganas de aprender y lo demás importa poco.
Que nunca perdamos las ganas…. de aprender, de ilusionarnos y de disfrutar con cualquier cosa, en ellas están las cosas que dan sentido a la vida.
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