El viento manchego y la sabiduría popular
MLuz D.
“El viento los vuelve locos” dice Penelope Cruz en la película “Volver” refiriéndose al comportamiento de los habitantes de un inexistente en la realidad pero bien escenificado pueblo manchego. Un viento que es santo y seña de esta Mancha de llanura extensa, un viento aprovechado por los agricultores que antaño colocaron los molinos para aprovechar su fuerza para realizar la molienda de la mies.
Leyendo “Feria” de Ana Iris Simón me encontré con un texto que cuenta cuales son los 12 tipos de viento que condicionan la colocación de los molinos de Campo de Criptana. Cada molino tiene una ventana y cada ventana esta pensada para adaptarse a cada uno de los tipos de viento de la zona. Los nombres de los vientos varían algo pero son conocidos como ábrego hondo, ábrego alto, cierzo, solano alto, solano mediodía u hondo, solano fijo, moriscote, matacabras y toledano.
El ábrego es un viento de España procedente del suroeste, templado, relativamente húmedo y portador de lluvias. El cierzo, en concreto, es un viento frío y seco del noroeste que se forma al coexistir una borrasca en el Mediterráneo con un anticiclón en el Cantábrico. El solano es el viento que sopla del este (de donde nace el sol) y suele echarse a mediodía, trayendo calor, sobre todo por la tarde. El matacabras es un viento frío, intenso y fuerte que sopla del norte y el toledano es el que viene del oeste.
La importancia del viento siempre ha marcado la vida de las gentes y es que quien no conoce por ejemplo ¿algún refrán con respecto al viento? Sabiduría popular en estado puro.
“A quien Dios quiere bien, el viento le junta la leña.”
“Agua en la mano, con milano o con viento solano.”
“Anda con tiento cuando tengas de cara el viento.”
“Con fuerte viento, cae al suelo la torre de mal cimiento.”
