El futuro en las residencias no se entiende sin un nuevo modelo sociosanitario
Por MLuz Domínguez
La alta mortalidad que ha producido la pandemia en las residencias de mayores de todo el país ha sacado a la luz un modelo de atención con muchas necesidades a paliar. Si bien es cierto que no es un problema solo de nuestro país puesto que las cifras en otros países europeos son parecidas, no se puede obviar que el sistema no funciona correctamente. Las residencias no estaban preparadas para un tipo de pandemia como esta. Tampoco lo estaba el sistema de salud. Las respuestas llegaron tarde, muy tarde y las soluciones que llegaron no fueron suficientes.
La pandemia solo ha sacado a la luz las carencias que ya estaban presentes antes de la epidemia. Los problemas en muchos casos tienen que ver con el propio sistema de funcionamiento de las residencias. Los precios de concertación en algunas comunidades autónomas son tres veces más altos que el sueldo base, pero eso no significa una alta calidad en la atención o en los servicios que prestan.
El mayor problema sin duda se ha producido en la atención sanitaria. La desigualdad es patente entre unos centros y otros. Dificultades para el acceso a hospitales, centros sin el personal de atención suficiente o dificultad de acceso a pruebas diagnósticas han sido problemas de los más graves que se han producido en estos meses. Todo ha puesto de manifiesto que la clave es avanzar hacia un equilibrio sociosanitario. Las residencias no pueden ser hospitales de estancia para mayores, pero sí que deben tener atención médica y medios sanitarios de acuerdo con su número de residentes y a las patologías de estos.
Los mayores que reconstruyeron un país y supieron reconvertirse tras un conflicto bélico han visto ahora como la sociedad del avance estaba “desaparecida” cuando ellos mas lo necesitaban. No podemos olvidar que eran el grupo más vulnerable. Un grupo que no ha recibido la atención que necesitaba. Ahora toca ver, observar y poner en claro lo sucedido. A partir de ahí el reto es trabajar sobre vías para cambiar el modelo asistencial para que no vuelva a repetirse el caos que en algunos centros se ha producido.