Luis González pregona las fiestas de Torrubia del Campo con un emotivo homenaje a sus raíces

En un discurso cercano y con sentimiento, el pregonero Luis González Campanero recordó cómo en las calles de Torrubia comenzaron sus primeros juegos, sus miradas al cielo al paso de los aviones y cómo allí nació su vocación militar:

“Fue aquí donde, con soldaditos y batallas imaginarias, empezó a forjarse mi amor por la profesión que hoy desempeño, siempre acompañado del cariño por España inculcado por mis padres”, señaló.

El general también rememoró experiencias vitales ligadas al pueblo: sus primeros bailes, su primer beso y el aprendizaje de la vida sencilla y trabajosa en la localidad. “Aprendí que la vida no es solo la diversión de las fiestas, sino también el esfuerzo diario que da paz al alma y alegría para disfrutar de los buenos momentos”, afirmó.

Uno de los momentos más aplaudidos fue el recuerdo a los torrubianos que han servido en las Fuerzas Armadas. Mencionó a los tenientes coroneles Perpe Fraile y Francisco Bueno Caballero —ya fallecidos—, así como al coronel Fernando Bueno Caballero, aun en activo. “Vaya mi homenaje, reconocimiento y felicitación a ellos y a todos los torrubianos que han servido a España a lo largo de la historia”, subrayó.

El pregón también estuvo marcado por el agradecimiento a quienes mantienen vivas las fiestas y la cultura local. El pregonero tuvo palabras de recuerdo para las generaciones pasadas, para los padres y abuelos que “con ilusión y sacrificio mantuvieron encendida la llama de las tradiciones”, así como para quienes trabajaron en la Asociación Cultural Ignacio Huete, donde él mismo participó en su juventud.

No faltaron los versos, con los que rindió tributo a los ausentes:

“Callados andan ya por otras sendas los que nos dieron amor y sustento… sus voces son ecos que el viento siembra en cada esquina, en cada momento”, recitó, arrancando un largo aplauso del público.

El pregonero quiso lanzar también un mensaje a los jóvenes torrubianos, invitándoles a escuchar a sus mayores, mantener vivas las raíces y afrontar el futuro con trabajo y valores: “El esfuerzo humilde es el mayor honor; sin raíces firmes no se puede afrontar el futuro”.

Finalmente, agradeció a la comisión de fiestas y a todos los vecinos el esfuerzo colectivo que hace posible cada edición de las celebraciones:

“Este maravilloso pueblo no es un regalo caído del cielo, sino fruto del trabajo de todos vuestros mayores. Confiamos en que sepáis conservarlo y mejorarlo”, dijo antes de cerrar con un grito unánime: “¡Viva Torrubia del Campo!”.

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